Son casi las cuatro de la madrugada y has salido con tus amigas a divertirte un rato y sobre todo a reirte y pasarlo bien, hasta que te acercas a la barra a pedir una copa y...
-Quieres un chupito (un desconocido)
-Perdona?? (yo más que asombrada...)
-Que si quieres un chupito...
-Te conozco??
-No... pero si quieres podemos conocernos... (con cara lasciva...)
En este momento directame me giro, lo ignoro, y sigo a lo mio, pero un dedo toca mi hombro...
-Entonces no quieres un chupito?
-Pero tu no te enteras de que paso de ti y de tus chupitos?? cambia la cara anda...
Y así nos podríamos haber pasado el resto de la noche si no fuese porque me niego en rotundo a aguantar las tonterias de un borracho (que por otra parte se le nota a legua que busca sexo sea como sea) y a ignorar no hay quien me gane.
Y es que cuando se pasa la barrera de los 30 y estás soltera las cosas cambian, los objetivos, las actitudes y... los hombres... o solo les interesa el sexo y se te tiran a la yugular a lo bestia, o están tan escarmentados de los palos que les ha dado la vida (lo mismo q a nosotras) que no confían ni en su propia sombra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario