domingo, 19 de septiembre de 2010

"Déjame esta noche soñar contigo..."

Y es que a veces comenzamos a sentir cosas para las que no estábamos, o pensábamos, que no estábamos preparados.
Esa sensación de tener mil mariposas revoloteando en el estómago, el deseo de compartir, de querer saber más cosas sobre la otra persona, querer que te bajen las estrellas sin pedirlas, la sensación de felicidad dibujada en la cara a todas horas del día, el brillo de los ojos... Todas ellas y muchísimas más, síntomas del enamoramiento.

Pero hay momentos en los cuales intentamos retener las mariposas, las tenemos, sabemos que están, pero no las dejamos volar, las tenemos "contenidas". Ponemos mil excusas, nos inventamos una historia que ni nosotros mismos nos creemos sobre lo que queremos o dejamos de querer y no dejamos que las situaciones vayan fluyendo y sigan su curso, así que terminamos entrando en una espiral de errores que inevitablemente conllevan al fracaso.

Y es que el ser humano, inmerso en su más inmenso egoísmo, no se preocupa en la mayoría de ocasiones, de ponerse en el lugar del otro cuando entramos en este tipo de espirales. ¿Querer y no poder? Falso, rotundamente falso. Querer y tener tanto miedo a no ganar, a volver a perder y a volver a sufrir, hacen que cometamos mil errores uno detrás de otro sin darnos apenas cuenta.

En el fondo se trata de dejar que las cosas sigan su curso, que las mariposas si tienen que volar vuelen, y si tienen que morir... mueran... Se trata de dejar llevarse por el curso del río, y no plantarse de pie intentando que no lo arrastre la corriente, o en este caso... contener las mariposas.

Al fin y al cabo es cuestión de seguridad, todos queremos tener la certeza de que "esta vez va a salir bien", por este motivo contenemos mariposas, nos plantamos en el río sin dejarnos llevar y nos inventamos mil historias falsas que nos intentamos creer para sufrir menos.

Racionalizar, al fin y al cabo, es nuestro peor enemigo, analizarlo todo para entenderlo y así conseguir una respuesta fácil y comprensible, tener controlada la situación y así asumir los mínimos riesgos, y obtener seguridad.

En el fondo es que el ser humano es idiota, imbécil, tonto... cuando se nos presenta una oportunidad que en cualquier caso debería ser objeto de la paciencia y de dejar q las mariposas volaran, nos entra el miedo, creamos armaduras, partimos a batallas inexistentes, luchamos contra nosotros mismos y matamos aquello antes de que nazca...

Y es que en el fondo todos queremos la maravillosa historia de chico conoce a chica o viceversa, con la seguridad de que se han encontrado los príncipes del cuento y serán felices para siempre.

1 comentario:

  1. paloma,gracias por tu comentario en mi blog.me alegra que hayas tenido una nueva idea,y que te hayas inspirado desde mi blog. Besos

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